¿Qué es meditación?
La meditación es una práctica que puede tener diversas definiciones, dependiendo de la técnica empleada, los resultados obtenidos y los objetivos perseguidos. Sin embargo, en muchas de estas definiciones estará presente la idea de que la meditación nos permite conectarnos con una dimensión interior o un estado de conciencia más profundo, que puede ser diferente a nuestra experiencia cotidiana.
Durante la meditación, se puede obtener una sensación de paz, claridad y conexión con uno mismo y con el universo. Esta conexión puede ser percibida como una realidad desconocida debido a que se experimenta una sensación de estar más allá de los pensamientos y emociones habituales. Sin embargo, es importante recalcar que la meditación no es una experiencia universal y puede variar según el individuo y su práctica.
Entre los beneficios que podemos encontrar resaltamos la reducción de estrés y ansiedad, la mejora de la atención y la concentración y la regulación de emociones entre muchos otros. Meditar puede ser muy benéfico para el sistema nervioso central, pero esto puede variar de acuerdo a la persona, la frecuencia y la duración de la práctica. Es importante considerar estos factores al evaluar los efectos de la meditación en un individuo en particular.
Diferencias entre meditación, relajación y visualización
La meditación, la relajación y la visualización son prácticas que a menudo se confunden o se utilizan de manera intercambiable. Sin embargo, cada una de ellas tiene sus propios objetivos y enfoques únicos.
La meditación es una práctica mental y emocional que se enfoca en la concentración y el desarrollo de la conciencia de uno mismo. Puede involucrar técnicas de atención plena, concentración en la respiración, un objeto, un mantra o una imagen mental, entre otras. Algunos de los objetivos de la meditación serían mejorar la concentración, reducir el estrés y mejorar la calidad de vida.
La relajación es una práctica que se enfoca en reducir la tensión muscular y mental para lograr un estado de calma y tranquilidad. Puede incluir técnicas de respiración profunda, estiramiento, visualización y es muy frecuente incorporar música relajante, sonidos o vibración. Su finalidad sería la de reducir la actividad, proporcionar un descanso al cuerpo, a la mente, al plano emocional y al mental.
La visualización se enfoca en crear imágenes mentales positivas para lograr un estado emocional deseado o alcanzar un objetivo. La visualización puede involucrar visualizar una situación futura o un objetivo deseado y sentir las emociones y sensaciones asociadas con esa visualización. La finalidad de esta práctica sería la de producir una desconexión mental, distraer la mente imaginando o visualizando un ambiente agradable.
La meditación, la relajación y la visualización son prácticas complementarias que pueden mejorar la salud física y mental, pero cada una tiene un enfoque y objetivo único.
¿Cómo guiamos una meditación?
Antes de guiar a alguien en la práctica de meditación, es esencial que la persona sea capaz de relajarse. Aquellos que no son capaces de alcanzar un estado de relajación, probablemente no serán aptos para meditar. Por lo tanto, será necesario enseñarles a conseguir una relajación previa a la meditación y cultivarla en su vida diaria.
Una vez que se han logrado los niveles adecuados de relajación, el siguiente paso será enseñar la desconexión de los sentidos (pratyahara) con el fin de lograr un estado de interiorización. Siguiendo los pasos del Yoga de Patanjali, después de pratyahara viene dharana, la concentración, que es un elemento clave previo a la meditación (dhyana) y es necesario experimentar y mantener en el tiempo para que su práctica derive en la meditación.
En resumen, para acceder al estado meditativo, es necesario que el alumno se encuentre en un estado de apertura y aceptación previo, facilitado por la relajación. Guiados por el silencio y la quietud, se alcanzará el estado de pratyahara. A través de técnicas de concentración, se profundizará en la práctica y con el tiempo, se logrará el estado meditativo.
Existen muchas técnicas de meditación diferentes, como yoga nidra, vipassana, meditación mántrica, ajapa japa, meditación vedanta, zen, taoista, entre otros.
¿Qué meditación es la más adecuada para mi?
Mi experiencia como facilitadora me ha llevado a crear un plan en el que recomiendo una técnica de meditación específica para cada tipo de estudiante, por supuesto es una orientación, es importante evaluar cada caso individual y presentar varios estilos para determinar el más adecuado.
Por ejemplo Antar Mouna en sus primeras fases, considero que está muy indicada para alumnos iniciales ya que les ayuda a entender la retracción de los sentidos. Hay que tener en cuenta que es necesario continuidad en esta técnica y por lo tanto compromiso por parte del alumno para que perciba su propio avance.
Ajapa Japa lo recomiendo para aquellas personas que resuenan con la vibración, con los mantras y que tienen cierta percepción energética. Alumnos que no les avergüence recitar verbalmente. Esta técnica podría ser un primer acercamiento al maravilloso mundo de los mantras. Si tenemos alumnos que realmente conectan con la vibración y con el sonido entonces podríamos recomendarles Nada Yoga o Yoga del Sonido.
Previamente hablaba de la importancia de la concentración, las técnicas de tratak son un excelente método para desarrollar dharana cuando la mente sigue teniendo contenido y le cuesta enfocar la atención y calmar la mente.
Yoga Nidra sería el comodín para cualquier tipo de persona por su sencillez y accesibilidad.
La meditación en completo silencio estaría indicada para alumnos con experiencia y que puedan sostener una práctica por sí mismos sin necesidad de una guía externa.
Hay muchas mas técnicas disponibles, tantas como personas.
¿Cuál es la clave para enseñar a meditar?
La clave para la meditación es hacerla accesible y sencilla para todas las personas, sin importar su experiencia previa, conocimientos o motivos para practicar.
Hay personas que se acercan a la meditación para tomarse la vida de manera más calmada y armónica, hay otras que lo hacen porque les hacen sentirse mejor, otras porque sienten que mejoran su calidad de vida, otras porque de esta manera se vuelven más comprensivos y cercanos.
Lo importante es presentar la meditación como algo accesible y fácil para todos, y es nuestro papel como facilitadores proporcionar las herramientas y conocimientos necesarios para lograrlo.
Aunque la realización espiritual es una finalidad posible de la meditación, no es así para todas las personas. Debemos evitar prácticas dogmatizadas que se basan en creencias rígidas y limitantes, y en posturas imposibles de mantener durante un tiempo prolongado.
Debemos fomentar la meditación como algo cercano, amable, sencillo, creativo y que nos permita descubrir quienes somos.
Que la meditación nos arrope cada día.
Si te ha interesado este artículo y como profesor de Yoga o alumno experimentado quieres profundizar más en la práctica de meditación, te recomiendo que eches un vistazo a mi Especialización en Meditación para profesores de Yoga.